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Justo antes del atentado que mantiene desde el sábado en «estado crítico» al político colombiano Miguel Uribe, el dispositivo de seguridad disminuyó «extrañamente», desveló el ... presidente del país, Gustavo Petro. El número de escoltas pasó de siete a tres en los minutos previos a que un joven sicario de 15 años se acercara al senador conservador y aspirante a la presidencia para dispararle dos balas en la cabeza y otra en una rodilla. Petro acusó también a la policía de «estar infiltrada» en este ataque y alentó la teoría de que detrás se encuentra la «mafia internacional» del narcotráfico dirigida desde Dubái. Mientras Uribe lucha por seguir vivo en una camilla de hospital, Colombia busca respuestas. ¿Quién y por qué quiso matarle?
Antes de que el presidente hablara de la extraña reducción del número de guardaespaldas, el abogado de Uribe desveló que en lo que va de año ha presentado más de veinte solicitudes para reforzar el plan de seguridad de su cliente. Nunca fueron escuchadas. Por eso, ha presentado una demanda contra el jefe de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez.
La investigación está ahora pendiente de lo que pueda contar el autor del atentado, que sigue ingresado en un clínica de Bogotá. Decenas de miembros de la policía y el ejército custodian el centro sanitario. Los medios colombianos recogen las primeras palabras del sicario al ser detenido:«Lo hice por la plata, por mi familia». Y, tras ver las imágenes del suceso, destacan cómo el adolescente expresa su intención de facilitar los números de teléfono de las personas que supuestamente le contrataron. Al parecer, y después de pasar por el quirófano, citó al «hombre de la olla» como presunto inductor del atentado contra Uribe, según el diario 'El Tiempo'.
En Colombia, las ollas son los puntos de venta de drogas. La policía peinó el barrio de Bogotá donde vive el joven sicario, Villas de Alcalá. Viene de una familia desestructurada. Su madre murió a los 23 años y a su padre lo sitúan en Polonia, donde, según Noticias Uno, trata de acceder a Ucrania para enrolarse en el ejército de Kiev y luchar contra las tropas rusas. 'El Tiempo' recoge declaraciones de un tío del adolescente que asegura que a su sobrino le ofrecieron una espectacular cantidad de dinero para llevar a cabo el atentado. Y Petro, a través de X, dice que es un joven «conflictivo, sin capacidad de establecer vínculos intersociales» y que no se adaptó a ningún programa educacional promovido por el Gobierno.
Otro punto clave en la investigación es el arma utilizada:una pistola Glock de 9 milímetros de fabricación austríaca y vendida de forma legal en Estados Unidos. Aún no se sabe cómo acabó en Colombia.
Según los investigadores, no es un arma habitual entre los sicarios del país sudamericano. Buscan su rastro en otros actos similares para tratar de encontrar la huella de los inductores del intento de asesinato de Miguel Uribe.
A la espera de datos que aclaren quién dio la orden para matar al senador y su motivación, Colombia escala aún más en su polarización. Petro cree que todo se debe a un plan de desestabilización para «que nos matemos entre nosotros». El presidente insiste en que se trata de represalias por los golpes que ha sufrido el narcotráfico por parte de su Gobierno.
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