Un diputado socialista agita al PS tras llamar a Melenchon «cabrón antisemita»
El partido sale aún más dividido de un congreso nacional marcado por la discusión sobre la alianza con la Francia Insumisa
Enric Bonet
París
Lunes, 16 de junio 2025, 18:29
El Partido Socialista francés no solo es débil a nivel electoral -menos del 2% de los votos en las presidenciales de 2022-, sino que también ... sufre una fuerte división interna. El congreso nacional celebrado el fin de semana en Nancy reflejó la tensión entre el ala derecha y la izquierda de esta histórica formación. Tras haber logrado su reelección el 5 de junio, el secretario general, Olivier Faure, que lleva en el cargo desde 2018, afronta la compleja tarea de reconciliar a su partido e impulsar una dinámica en la izquierda, que dio la sorpresa el año pasado convirtiéndose en el primer bloque en la Asamblea Nacional en las elecciones anticipadas del 7 de julio. Este desafío se anuncia especialmente difícil.
Así se lo dejaron claro en Nancy (noreste de Francia) sus rivales internos, que se llevaron los titulares y crearon una enésima controversia en el espacio progresista galo. El diputado Jérôme Guedj, que apoyó al derrotado alcalde de Rouen, Nicolas Mayer-Rossignol (ala derecha del partido), protagonizó el momento más mediático al acusar a Jean-Luc Mélenchon de «cabrón antisemita».
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«Por primera vez en mi vida, tengo que decir que el hombre al que tanto quise se ha convertido en un cabrón antisemita, cuyas declaraciones resultan insoportables», dijo desde el estrado este representante, hijo de judíos sefardíes, que rompió sus estrechas relaciones con el líder de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos) después del 7 de octubre de 2023. Tras ese insulto contra Mélenchon, los dirigentes insumisos exigieron disculpas a los socialistas, con los que compusieron el año pasado la alianza del Nuevo Frente Popular, en la que también participaron los verdes y los comunistas.
Faure, que forma parte del ala izquierda del PS, se desmarcó este lunes de las polémicas declaraciones del diputado de su partido. «Las historias de amor a veces terminan mal. Esos dos se quisieron tanto en el pasado. Y ahora comparten el mismo interés de insultarse el uno al otro en un momento en que deberíamos movilizar a la izquierda para hacer frente a la extrema derecha», declaró en la cadena pública France 2 adoptando una posición equidistante.
Comment peut-on aujourd'hui, à ce point, avoir un débat qui oppose la gauche à la gauche en permanence, alors que vous avez l'extrême droite aux portes du pouvoir ?
— Olivier Faure (@faureolivier) June 16, 2025
Jérôme Guedj et Jean-Luc Mélenchon trouvent un intérêt commun à se taper dessus l'un sur l'autre, à un moment où… pic.twitter.com/UYuD4TLXDm
El problema para Faure, que salió reelegido con el 50,9% de los votos de los militantes, recae en que el discurso de Guedj solo fue la punta del iceberg. La casi mitad de su partido desea cerrar la puerta a otra alianza con la Francia Insumisa. Mayer Rossignol, que no logró convertirse en el secretario general del PS a pesar de contar con el apoyo del expresidente François Hollande y de Anne Hidalgo, alcaldesa de París, intentó en Nancy que adoptaran una enmienda en ese sentido.
El tema de todos los debates
No obstante, la dirección de la formación, con una mayoría de los partidarios de Faure, rechazó ese texto en que se pedía que «no haremos ningún acuerdo nacional ni programático en las legislativas con la Francia Insumisa». «Si hay otra disolución de la Asamblea Nacional con el riesgo de una victoria de RN (partido de Marine Le Pen), ¿no haremos un acuerdo? Nunca voy a comparar la extrema derecha con los insumisos», sostuvo el diputado Arthur Delaporte, cercano al número uno de los socialistas.
Desde que el PS pactó por primera vez con los insumisos en 2022, esta cuestión monopoliza los debates internos. Y la guerra de Gaza, así como la posición a adoptar ante Israel, representa la principal discrepancia entre el partido de Mélenchon y el de Faure. A pesar de ello, la actual dirección apuesta por mantener abierta la puerta a una alianza en caso de unas nuevas elecciones legislativas. Defiende esa opción teniendo en cuenta el sistema electoral francés -mayoritario y a doble vuelta- y el buen resultado el año pasado del Frente Popular.
De cara a las presidenciales de 2027, el líder del PS aboga, en cambio, por una opción más barroca: organizar unas primarias de la izquierda, en las que cree que no participaría Mélenchon -el candidato de izquierdas más votado en las presidenciales de 2017 y 2022- al estar en contra de ese tipo de mecanismos. Podrían presentarse a esos comicios internos desde insumisos disidentes, como los diputados François Ruffin o Clémentine Autain, hasta el socio-liberal Raphaël Glucksmann. Pero para lograr que esa iniciativa sea un éxito, Faure deberá calmar primero las aguas agitadas en sus filas.
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