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Con el verano a la vista y el termómetro al alza, el deseo de disfrutar de bebidas refrescantes se intensifica, llevándonos a buscar sabores cítricos y frescos. En este escenario, la kombucha surge como una digna alternativa a los refrescos azucarados o a la cerveza.
Esta bebida fermentada, rica en probióticos, se caracteriza por sus finas burbujas y su equilibrada combinación de dulzura y acidez. La kombucha se presenta como una opción más saludable que las bebidas carbonatadas o con alcohol, principal atractivo que ha propiciado un notable aumento en su popularidad en los últimos años.
La kombucha es una bebida fermentada, con un tono entre ámbar y marrón claro. Se prepara tradicionalmente a partir de té negro (también puede ser verde, azúcar y un cultivo de bacterias y levaduras conocido como SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast). Este proceso de fermentación transforma el té dulce en una bebida ligeramente ácida y efervescente, a la que se suele añadir saborizantes naturales como limón, jengibre o frutas tropicales.
La kombucha es una bebida con numerosos beneficios para la salud, destacando su contenido de probióticos, que favorecen la flora intestinal y mejoran la digestión, y antioxidantes derivados del té base que ayudan a combatir el estrés oxidativo. Además, esta bebida tiene un bajo contenido calórico y puede contribuir a fortalecer el sistema inmunológico. Siempre se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de incorporarla regularmente a la dieta.
Aunque su consumo se haya extendido por todo el mundo gracias, entre otros factores, a la influencia de personajes públicos como Zoe Kravitz, Kourtney Kardashian o Lady Gaga, se trata de una bebida milenaria, originaria de China. Se cree que este brebaje se consumía durante la dinastía Tsin debido a sus propiedades mágicas. Una de las hipótesis afirma que fue el Dr. Kombu quien lo llevó a Korea y a Japón para tratar los problemas gastrointestinales del emperador. A través de los distintos viajeros llegaría a Rusia y Europa, y de allí sería conocido por todo el mundo. Otra teoría es que la palabra kombucha, deriva de otras japonesas: kombu (alga) y cha (té).
En Caracolillo Coffee preparan su propia kombucha. «El hongo lleva 4 años evolucionando con nosotros, hacemos doble fermentación, usamos té verde en la primera fermentación y la segunda con fruta de temporada o fruta fresca que tengamos a mano» nos comentan. Sus kombuchas más solicitadas, especialmente ahora con la llegada del calor, son las de fresa y arándanos, higos o mango.
Actualmente, la kombucha se puede encontrar en tiendas especializadas, supermercados e incluso en cafeterías y restaurantes. Marcas como Kombuchacho, la kombucha ecológica que preparan Anaïs y Eduardo en Canarias se pueden encontrar en algunos puntos de venta, entre otras.
El proceso de elaboración de la kombucha es hipnotizante y comienza preparando una infusión de té a la que se añade azúcar, que es 'el alimento de las levaduras´. Una vez fría, se añade el SCOBY para iniciar la fermentación. Durante 7-10 días, a temperatura ambiente (20-30 °C), se añaden los aromas durante una noche y se embotella para una segunda fermentación. Dónde comprar té en Las Palmas de Gran Canaria.
El SCOBY es una membrana en forma de disco que flota sobre el té durante la fermentación. Aunque su aspecto puede ser poco atractivo, es fundamental para transformar el té dulce en kombucha. Este hongo vive en la solución de té y azúcar, donde se multiplica constantemente.
Para hacer kombucha por primera vez, puedes pedir un scoby a alguien que ya esté produciendo kombucha o bien puedes crearlo (con un poco de paciencia) a partir de una kombucha ya lista. En el libro Revolución Kombucha (David Kote, 2022) enseña en detalle cómo preparar la kombucha en casa.
Es necesario mencionar que como cualquier elaboración que involucra el uso de levaduras y bacterias, existe el riesgo de contaminación, por ello, es esencial realizar la fermentación en condiciones higiénicas estrictas y controlar las temperaturas y conservación de forma correcta.
La kombucha es mucho más que una simple bebida de moda. Es un producto fermentado milenario que combina tradición, ciencia alimentaria y tendencias de bienestar. Su sabor único y sus potenciales beneficios la han convertido en una bebida protagonista en el mundo de la alimentación saludable. Cada 21 de febrero se celebra el Día Mundial de la Kombucha, una fecha para celebrar esta bebida.
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